La iniciativa parte de tradición familiar hasta los días de hoy donde el proceso de cuidado, alimentación y posterior presentación del producto se hace con mucho esmero.
El proceso comienza con la selección de los machos para criarlos como capones. Cuando estos alcanzan entre 1-1,5 kg. de peso, son castrados quirúrgicamente en nuestras instalaciones garantizando la recuperación de los mismos. Posteriormente, después de castrarse comienza el proceso de engorde.
Los capones se crían al aire libre, con una alimentación natural a base de cereales, hierbas del campo, patacas...Tienen zonas de campo a su disposición para que su crianza se lleve a cabo de la manera más natural. Por la noche, los capones se recogen en un lugar cerrado.
La matanza se lleva a cabo de forma artesanal con el máximo cuidado y esmero, para ofrecerles los capones el día de la Feria, ya que es un producto que no puede faltar en la cena navideña.
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